Famsa, TV Azteca, Hoteles City Express, Aeroméxico, Proteak, Grupo Posadas, Vitro, Banco del Bajío, Homex y CMR son las que más aceleraron su descenso en el mercado

Han pasado casi seis meses de que se presentó el primer caso de COVID-19 en México, la pandemia que ha sido un lastre no solo para la salud pública, sino también para la economía y, en consecuencia, para las empresas.

Una clara evidencia es el desplome que la mayoría de las compañías tuvieron en Bolsa, del que pocas se salvaron. El coronavirus aceleró el hundimiento de aquellas que ya venían padeciendo el deterioro en el valor de sus acciones.

Famsa, TV Azteca, Hoteles City Express, Aeroméxico, Proteak, Grupo Posadas, Vitro, Banco del Bajío, Homex y CMR destacan entre las firmas cuyas acciones presentaron bajas de más de 10% en los seis meses previos al primer caso de COVID-19 en México y cuya caída se acentúo en el último semestre, con retrocesos de más de 18%.

“Históricamente, en épocas de recesión, los sectores cíclicos (como turismo e industrial) tienen una mayor caída derivado de una baja en la demanda y en los ingresos”, dice Carlos Hernández, analista de Masari Casa de Bolsa. A esto se le suman las medidas de restricción que obligaron a millones de personas a quedarse en casa, por lo que “el proceso de recuperación va a ser más lento que de una recesión económica normal”, comenta Hernández.

Famsa enfrentó una tormenta por varios frentes: las autoridades le revocaron la licencia para operar a su subsidiaria Banco Ahorro Famsa, las operaciones de la empresa se vieron comprometidas por las medidas contra el coronavirus y presentó en agosto una solicitud de concurso mercantil en México y de bancarrota en Estados Unidos, lo que se tradujo en un desplome en Bolsa a mínimos históricos.

Las firmas dedicadas al sector turismo y restaurantero (Hoteles City Express, Aeroméxico, Grupo Posadas y CMR) han sido en general de las más afectadas con la pandemia, pues las medidas implican quedarse en casa, disminuyendo toda actividad de este sector.

Atrás quedaron los años en los que TV Azteca brillaba en Bolsa, la competencia en el sector de producción de contenidos y la caída en las ventas de publicidad han afectado a la televisora , tanto en sus resultados como en sus acciones. La pandemia no ayudó, ante la incertidumbre de los anunciantes por la situación económica del país, la inversión en publicidad se ha detenido, golpeando los ingresos de TV Azteca, que en el segundo trimestre registraron una caída de 31%.

Una de las medidas implementadas por el gobierno para detener la propagación de la enfermedad fue detener las operaciones no esenciales, y ahí vieron su suerte empresas como Proteak (sector forestal) y Vitro (fabricación de vidrio) y Homex (desarrolladora de vivienda). “La propagación de COVID-19 ha impactado rápidamente el mundo en el que vivimos, afectando a muchos negocios e industrias. En nuestro caso, sentimos un gran impacto en los segmentos de construcción, automotriz y perfumería”, señaló el reporte financiero Adrián Sada, director general ejecutivo de Vitro.

Banco del Bajío enfrentó un 2019 con una baja de 6% en su cartera de crédito y a un escenario donde a nivel mundial los bancos centrales, como parte de su política monetaria, comenzaron a bajar las tasas de interés, tendencia que también se inició en México, lo que repercute en los ingresos de los bancos, pues cobran menos por el dinero que prestan.

Ya en plena pandemia, la compañía también debió hacer frente a un aumento de sus reservas (en el segundo trimestre sumaron 963 mdp, 745% superior a lo registrado un año antes) ante posibles incumplimientos de los clientes beneficiados por el programa de diferimientos de pagos.

En su pronóstico para 2020, la firma espera una caída en su utilidad neta de entre 43% y 48.5% “por lo que esperamos una segunda mitad complicada”, señalaron analistas de ve por Más.

La situación en general para las empresas no mejorará en el corto plazo. De acuerdo con Hernández, “la tendencia se va a mantener, posiblemente veamos una recuperación en dos o tres años dependiendo de la evolución de la coyuntura de riesgo tanto nacional como internacional. No creemos que haya catalizadores próximos en el mercado interno que impulsen una recuperación anual”.