Este sería, de alguna manera, el único precedente de una temporada rota, aunque con evidentes diferencias respecto a lo que sucede actualmente y que da fuerza al Barça en su ‘aviso/reivindicación’.
Aunque el presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, anunció en su momento que tras la suspensión de la Liga y parón general del fútbol en España se manejaban “tres escenarios” en el caso de que el coronavirus no permitiera la reanudación de la temporada antes del 30 de junio, desde el Camp Nou existe el convencimiento de que el título de Liga no podría ser objeto de ninguna discusión.
El Barcelona apoya oficialmente todas las medidas tomadas en los últimos días desde los estamentos nacionales, entiende que, como afirmó Javier Tebas, la temporada podrá concluirse cuando remitan los efectos del coronavirus y se mantiene en una posición de discreción absoluta, evitando abrir una polémica que, hoy por hoy y teniendo en cuenta la situación sanitaria, entiende que no puede ser puesta en el escenario desde ningún ámbito…
ENFRENTAMIENTO
Pero a la vez no duda que le asiste la razón, en todos los sentidos, para reivindicar el título de Liga si la temporada no se pudiera reanudar. Desde el Barcelona se recuerda que, más allá de haber cerrado la primera vuelta como líder, ya se disputaron más de dos tercios del torneo liguero cuando tuvo que suspenderse el campeonato por el coronavirus y que siendo una situación tan excepcional como novedosa, debería ser tenido en cuenta lo jugado con anterioridad a la suspensión.
Esta postura azulgrana, que debería ser refrendada en un acuerdo entre Federación Española y Liga, encontraría, llegado el caso, la oposición frontal de varios clubs de Primera División, que abogarían por declarar el título desierto y, más aún, la temporada invalidada, en el caso de los tres últimos clasificados actualmente (Mallorca, Leganés y Espanyol) para evitar el descenso al que, ahora mismo, están condenados.