De padre mexicano y madre británica, la directora y actriz se ha convertido en una de las mejores animadoras del mundo, y en las últimas semanas ha triunfado en el streaming gracias a su nueva producción que combina el stop-motion y el terror
En 2009, una comunidad de padres en Europa enfureció tras el estreno de “Coraline”, una película en stop-motion dirigida por Henry Selick y que contaba la historia de una niña aventurera de 11 años. ¿El problema? El filme se vendía como apta para toda la familia, sin embargo ¡esta película no era para niños! Fantasmas de niños muertos, madres impostoras que roban el alma, padres que ignoran a sus hijos, ratas rellenas de arena, perros muertos disecados y una multitud de cosas siniestras y aterradoras que de acuerdo con algunos foros… traumatizaron a toda una generación.
Sin embargo, “Coraline” fue alabada por la crítica y consiguió más de 16 millones de dólares durante el primer fin de semana de estreno, ocupando el tercer lugar en la taquilla e incluso estuvo nominada al Premio Oscar, al BAFTA y hasta los Globos de Oro. ¿La clave de su éxito? Las caricaturas también son para adultos, y pueden tener mensajes tan profundos como cualquier producción en live action. En esa misma línea se encuentra “La Casa”, una nueva producción de Netflix y Nexus Studios realizada en stop-motion, en donde una casa embrujada es el eje de tres perturbadoras historias.
La película es espeluznante y compleja, presenta tres historias separadas unidas solo por sus temas y escenarios: una enorme casa. Esta serie de antología combina animación stop-motion detallada e intrincada con un tono oscuro y una atmósfera espeluznante para crear una experiencia verdaderamente única.
“La Casa” también presenta algunos temas sutiles y, a veces, incluso políticos. La película de Netflix aborda temas como la clase, el materialismo y el cambio climático. Combinado con elementos de terror, el filme se convierte en algo mucho más maduro de lo que uno esperaría de la animación stop-motion. Cada uno de los tres cortometrajes presenta un final ambiguo que requiere la consideración de las ideas más que una comprensión directa de la trama, toda una obra de arte que cuenta con el trabajo de los directores Emma de Swaef, Marc James Roels, Niki Lindroth von Bahr y Paloma Baeza.